Las turbulencias en el mercado cripto no son una preocupación para la estabilidad financiera global, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) el jueves en un informe que, de todas maneras, planteó graves preocupaciones sobre la economía mundial.
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La economía global está siendo golpeada por una alta inflación y una potencial segunda recesión en tan solo dos años, dijo el FMI, dado el impacto de la guerra de Ucrania y los continuos cierres por brotes de COVID. Sin embargo, mercados como el de bitcoin, aislados de los bancos comerciales, no son vistos como una preocupación, según el informe.
La calma relativa llega a pesar de recientes colapsos como el de la stablecoin terraUSD y el del fondo de inversión Three Arrows Capital, una contingencia que ha impulsado a algunos reguladores a querer ejercer más control sobre este incipiente mercado.
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“Los derrames hacia el sistema financiero general han sido limitados hasta el momento”, dijo el FMI, citando una “liquidación dramática que ha llevado a pérdidas más grandes” para inversores cripto.
En un reporte de junio, la Junta Europea de Riesgo Sistémico dijo que la creciente y continua popularidad de las criptomonedas podría levantar “rápida y repentinamente” amenazas para el mercado financiero general. El FMI ha solicitado más regulación en el sector, y advirtió a El Salvador que eliminara a bitcoin como moneda de curso legal.
Los emisores de estándares en todo el mundo también están trabajando para establecer exactamente cómo los bancos deberían comenzar a ingresar a los mercados cripto. El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea ha propuesto un límite en las tenencias de bitcoin, junto con un requisito de capital considerable que limitaría la capacidad de los bancos para prestar en función de las reservas cripto.
En una entrevista publicada el martes, Elizabeth McCaul, del Banco Central Europeo, sugirió que los supervisores bancarios analizarían en el futuro las exposiciones cripto de los prestamistas individuales como parte de las revisiones anuales periódicas.
Este artículo fue traducido por Marina Lammertyn.
